En el estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se pide aumentar los esfuerzos para reducir la pobreza y desigualdad en el contexto de desaceleración económica que vive la región.
Por un lado, el organismo dependiente de las Naciones Unidas, menciona que en en los últimos años se lograron avances en el área de desarrollo social. Por ejemplo, se redujo la pobreza de un 42,9%, cifra correspondiente al año 2002, a un 28,1%, cifra del 2013. En el mismo período, la indigencia disminuyó del 19,3% al 11,7%. Estos avances se dieron como consecuencia de las políticas sociales y el mercado de trabajo implementado en un escenario económico favorable: ambos permitieron que los objetivos fijados para la inclusión social ganaran un espacio en las estrategias de desarrollo. Sin embargo, desde el 2012 se observa un estancamiento de la reducción y un posible aumento de la pobreza e indigencia.
Dada la coyuntura económica que está viviendo en la actualidad la región, en donde se percibe un cambio en las tasas de crecimiento en relación a los años anteriores, es difícil mantener el nivel de gasto público en las políticas sociales en algunos países. Para evitar esta situación, la CEPAL pide asegurar el crecimiento de la región y así evitar que la restricción económica afecte los resultados.
Por otro lado, el informe arroja datos sobre la desigualdad según los grupos sociales: los niños y niñas, las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes son quienes padecen más situaciones de discriminación, vulneración de derechos y carencia en la región.
Según la información que se obtuvo a partir de las encuestas a hogares en ocho países de LATAM en el 2011, el 7% de la población que no es indígena ni afrodescendiente es indigente, porcentaje que crece al 11% en la población afrodescendiente y a un 18% en las comunidades indígenas. La desigualdad también afecta a las mujeres, las cuales constituyen el 51% de la población total de la región pero solo el 38% de ellas accede a ingresos monetarios, en contrapartida al 62% de los hombres que sí lo hacen.
Los datos de la CEPAL también afirman que en 17 países de América Latina, el 80% de los ingresos de los hogares corresponden a ingresos laborales, porcentaje que disminuye a 74% en los hogares en situación de pobreza y a un 64% en los de indigencia. La Comisión estima que el 18,9% del total de personas ocupadas recibe un sueldo por debajo de la línea de pobreza. Se desprende la importancia del acceso a un empleo productivo y de calidad.
“Reducir sustantivamente la desigualdad es condición indispensable para reducir la pobreza. Lo social no se juega solo en lo social, sino que también en la economía, en la política y en el medioambiente. Tampoco la diversificación productiva y el cambio estructural se deciden solo en el campo económico: el desarrollo social inclusivo y la mejora de las condiciones de vida de la población son un requisito necesario para asegurar la prosperidad económica”, señala la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en el prólogo del documento.
Si bien se cumplió la meta de reducir la indigencia a la mitad en el 2015 (comparado con 1990), la CEPAL hace énfasis en que es indispensable realizar esfuerzos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), especialmente con el primero que se plantea erradicar la pobreza extrema en todas sus formas para el 2030.
Ante estos datos publicados por la CEPAL y los objetivos fijados para el 2030 debemos tomar decisiones. Es un llamado a la acción para poder contribuir con la erradicación de la desigualdad. ¿Ya sabés cómo hacerlo? Hay un montón de problemáticas para resolver y podés hacerlo a través de tu propio emprendimiento social. Recordá que podés construir un mundo mejor y ganar dinero al mismo tiempo, ¡animate a hacerlo!
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